La Gran Caballeriza es una magnífica fusión de elegancia equina y proeza arquitectónica, enclavada dentro del ilustre Palacio de Versalles. Más que establos, son un testimonio del lujo de la corte francesa. Imagínatelo: un extenso complejo donde antaño trotaban más de 2.000 majestuosos caballos, preparados a la perfección para los carruajes reales y los grandes desfiles. Las Caballerizas no son sólo heno y cascos; encarnan un trozo de historia donde reyes y reinas exhibían su poder a través de magníficos corceles. Desde los opulentos guadarnés hasta las impresionantes salas de equitación, estas caballerizas son un vívido viaje al mundo de la excelencia ecuestre y la extravagancia regia, donde el espíritu de siglos pasados sigue galopando en cada adoquín.